Publicado hoy en el periódico "Diario de Noticias".
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Su valor científico es incalculable dado que es la primera ocasión en que se encuentran huevos de un animal pero con una superficie vegetal que los sustentaba. Las investigaciones apuntan a que eran crías de un ave de la familia de los actuales flamencos, dado que el paraje desértico de Bardenas en la etapa del Mioceno era un lugar pantanoso donde también existían tortugas, cocodrilos, peces, aves, mamíferos insectívoros y anfibios.
El fósil fue hallado a finales de
2004 por Julio Salillas, vecino de Fontellas, mientras trabajaba con una
retroexcavadora reparando los daños provocados en la carretera de Tudela a Ejea
de los Caballeros por la gran tormenta de comienzos de septiembre de aquel año.
Salillas lo entregó al biólogo de Bardenas quien, a su vez, lo comunicó a
Xabier Murelaga (UPV), paleontólogo que lleva más de una década trabajando en
esta zona, y a Juan Cruz Larrasoaña, geólogo del Instituto Geológico y Minero
de España.
La roca caliza que contiene
los restos tiene un espesor de unos 70 centímetros y muestra cinco huevos
(cuatro de ellos abiertos) sobre una superficie vegetal, "su fragilidad
hace que la supervivencia de un nido sea un evento raro", señalan los
científicos en el artículo que añaden que los huevos pertenecen a una especie
desconocida de la familia de los actuales flamencos que vivían en una clima
subtropical y pantanoso. En el artículo destacan el valor del hallazgo dado que
se encuentran "exquisitamente conservados". En Bardenas, además de
fósiles de una variada gama de vertebrados, ya se conocía la existencia de
cáscaras fosilizadas de huevos de aves, cocodrilos y tortugas. La importancia
del hallazgo que se presenta en este último trabajo, estriba en que no se trata
de pequeños fragmentos aislados de cáscaras o incluso huevos aislados, sino de
una importante acumulación de cáscaras pertenecientes a varios huevos,
incluyendo uno que se ha preservado casi completo.
Según los expertos, en el Valle del
Ebro se alternaban lagos de agua dulce con otros de agua salada hace más de 18
millones de años y en su opinión el nido fue abandonado por las crías antes de
hundirse en un lago poco profundo, quedándose en el lodo.
Los estudios realizados por los
expertos sitúan el nido al comienzo del periodo denominado Mioceno, hace unos
dieciocho millones de años, cálculo que lo convierte en el nido fósil más
antiguo descrito hasta la fecha. Aunque en el registro paleontológico se
conocen huevos de dinosaurios y otros reptiles más antiguos, éstos no se
consideran nidos al no incluir una estructura construida para depositar los
huevos.
El fósil estará expuesto en la sede
de la Comunidad de Bardenas Reales en la calle San Marcial de Tudela y se podrá
contemplar durante la próxima semana de lunes a viernes, entre las 10.00 y las
13.00 horas. A partir del día 29 de octubre podrá contemplarse en el Centro de
Información de Bardenas Reales en la finca Aguilares (Arguedas), en horario de
9.00 a 14.00 y de 15.00 a 17.00 todos los días de la semana.
Murelaga realizó una tesis
doctoral en 1994 sobre los restos fósiles encontrados en el desierto ribero, en
unas excavaciones subvencionadas por el Gobierno Vasco y por el Gobierno de
Navarra y que se vieron reflejadas en el trabajo presentado en junio de 2000.
Las conclusiones que entonces presentó hacían referencia a que "hace 20
millones de años la cuenca del Ebro no tenía salida al mar y todos los ríos que
venían de los montes morían aquí. Era lo que en ecología se conoce como
humedal. No son masas de agua constantes, pero sí considerables ya que hubo
tortugas y cocodrilos", dijo. Su investigación se desarrolló entre las
orillas del Ebro y Bardenas, donde llegó a encontrar hasta 35 especies
distintas de animales".
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