"Estamos
ante una localidad, antigua villa,
que quedó deshabitada en la primera
mitad del siglo XIV,
situada dentro del actual término municipal de
Miranda de Arga.
Hoy, setecientos años después,
apenas sobreviven
algunos restos de sus antiguas viviendas;
es fácilmente detectable su
emplazamiento
a causa de las numerosas piedras que salpican el terreno,
pudiéndose encontrar abundantes restos cerámicos;
incluso en algunos
casos han llegado a sobrevivir
pequeños lienzos de pared
correspondientes a los cimientos de sus primitivas viviendas.
Su
ubicación dentro del término de Miranda,
muy próxima al término de
Falces, muy próxima al río Arga,
nos permite recordar que durante un
tiempo
llegó a pertenecer a esta segunda localidad.
Fue
núcleo de población,
a principios del siglo XII, de señorío nobiliario.
En el año 1114, según nos aportan los documentos,
el monasterio de
Irache recibió algunas heredades de esta villa.
Casi un siglo después,
en 1208, los Hospitalarios de San Juan
compraron algunas tierras y
propiedades en este lugar,
las suficientes como para llegar a instalar
una encomienda de esta orden en el año 1237.
Pero
antes del año 1280 vemos a la villa de Cahués
integrada dentro de las
propiedades de la Corona,
a la que pagaba una pecha (impuesto) anual
de
15 cahíces de trigo y otros tantos de cebada y avena,
más los 20 de una y
otras especies que habían pertenecido
a Gil Garcés de Azagra y Gonzalo
Ibáñez de Baztán
hasta el secuestro de sus bienes
a raíz de la Guerra de
la Navarrería,
según informa la Gran Enciclopedia Navarra.
Se
calcula que Cahués quedó despoblado
en la primera mitad del siglo XIV.
El término fue cedido en el año 1307 a Ojer de Mauleón;
fue una cesión
temporal, pues poco después se ve que vuelve
a pertenecer al patrimonio
de la Corona.
En 1422 hubo una disputa
entre Falces y Miranda de Arga
sobre su propiedad.
Al igual que sucede en otros muchos núcleos de población
que llevan siglos
deshabitados, lo que nos ha quedado de ellos
es su iglesia, convertida
actualmente en ermita.
En
este caso, en una atalaya privilegiada sobre el cauce del Arga,
podemos
ver hoy la ermita de San Juan Bautista,
antigua iglesia de Cahués, y en
un estado más que aceptable
tras haber sido sometida recientemente a un
proceso de restauración.
Es
un edificio rectangular (una única nave), de estilo románico,
con
cubierta de teja árabe a dos aguas, y vistosa espadaña
desprovista de
campana a la altura del lado de la Epístola.
Su interior está totalmente
diáfano,
destacando únicamente la estructura de madera que soporta el
tejado.
Mantiene la portalada original de acceso con arco de medio
punto.
Siglos
atrás se ve que este edificio perdió su ábside románico
en beneficio de
una cabecera recta.
Y sin remontarse tan atrás, también perdió en su
interior
el antiguo retablo barroco, siendo lo más lamentable
el robo de
la imagen del santo titular".
"despobladosdenavarra.blogspot.com"
(resumen)
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