2014-05-24

Tafalla: Fuente / Iturria


Acto inaugural de la traída de aguas, realizado en la fuente de la plaza de Tafalla el 12 de abril de 1914.


"hace ahora un siglo, en concreto el 12 de abril de 1914,
los tafalleses recibieron con júbilo la traída de aguas a la localidad.
Así consta en las crónicas de la época en las que se explica, también,
que fueron centenares las personas que se dieron cita en torno a la fuente
situada en la plaza de Don Francisco de Navarra (plaza del Ayuntamiento)
para presenciar cómo se giraba la llave
que haría brotar sendos chorros de agua de sus cuatro grifos.
Entre aplausos y vítores, los tafalleses vieron por fin su sueño cumplido.
No era para menos. Al amparo de la modernidad, los vecinos
podrían abastecerse de este bien de primera necesidad trasladándose,
en un principio, hasta las fuentes instaladas en diversos puntos de la localidad
así como a los lavaderos municipales y, más tarde, sin moverse de casa.
Tal fue el revuelo suscitado aquel 12 de abril,
que tras la bendición del agua por parte del párroco Ricardo Jiménez
y de la intervención del alcalde José Ramón Hermoso de Mendoza,
que en su discurso dijo "Tafalla será en adelante lo que nosotros queramos",
hubo cohetes y un gran banquete.

La necesidad imperiosa de agua, sin embargo,
comenzó mucho antes, en el siglo XVIII.
En 1735 se construyó la presa de Macocha, aunque no fue hasta el año 1844,
cuando siendo alcalde Nicolás María de Iribas,
se promovió la construcción de la fuente de la plaza.
La idea de traer el agua desde Valgorra se fraguó en una reunión
a la que asistieron los mayores contribuyentes de la localidad y el Ayuntamiento.
La obra, realizada por José de Nagusia y que costó 34.346 pesetas,
se inauguró un año después, en 1845.
No obstante, a raíz de la gran sequía de 1882 se cortó el suministro.
Este hecho dio lugar a una copla, ingeniada por los vecinos de Olite,
con quienes existe un pique ancestral, que decía:
Fuente bonita la de Tafalla; fuente bonita pero sin agua.

Décadas después, en 1912, José María Azcona (1882-1951),
que había sido alcalde dos años atrás, redactó un proyecto
para acometer la ansiada traída de aguas a Tafalla.
En la memoria, Azcona explicaba la conveniencia y necesidad de disponer
"de agua en abundancia y bien distribuida" por "comodidad, ornato,
seguridad en caso de incendio" y, sobre todo, por "higiene".
Apuntaba, asimismo, que "a unos trece kilómetros de Tafalla
y en el término de Olóriz existen los manantiales llamados de Arguidizagui
siendo la constancia y naturaleza de sus aguas excelentes cualidades
para el abastecimiento de una población".
El proyecto, elaborado por los ingenieros Daniel Múgica y Cornelio Arellano,
consistía en colocar una tubería de hierro colado,
enterrada en una zanja de unos ochenta centímetros de profundidad media,
desde los manantiales a un depósito terminal situado en la parte alta de Tafalla,
en Santa Lucía, con 750 metros cúbicos de capacidad.
Desde allí partirían las ramificaciones que abastecerían la red completa.
Azcona asignó también una dotación diaria por habitante de unos 122 litros.
Tafalla, por tanto, se colocó la sexta en el ranking de consumo de agua,
solo por detrás de Segovia (400 litros por habitante diarios), Burgos (292),
Orense (216), Pamplona (216) y Vitoria-Gasteiz (158).
"Por causa de la buena acogida que ha dispensado a nuestra idea
tanto el Ayuntamiento como el vecindario de Tafalla, y de ofertas particulares
de capital que nos han hecho, abrigaremos la esperanza (más bien convicción)
de que ha de realizarse", concluía Azcona en su memoria, y así fue.
Constituyó la sociedad Aguas de Tafalla SA, que fue la que realizó la obra.
Su administrador fue Ciriaco Urroz Echarren.
Su ejecución ascendió a 250.000 pesetas,
para lo que se repartieron acciones entre casi todos los vecinos de la población,
a un interés anual del 6%.

El nieto de Ciriaco Urroz, Julián Condón Urroz, explica que la traída de aguas
fue todo un "logro". "El agua era una necesidad de primer orden.
Antes había pozos distribuidos por el pueblo.
Recuerdo dos: uno situado en la calle Mayor, a la altura del bar Pasadizo,
y otro en La Farola. Además, las mujeres lavaban la ropa en el río Cidacos
y en los lavaderos públicos, situados en la actual calle Martínez Espronceda",
menciona. Esta sociedad explotó el servicio durante 35 años,
hasta que en 1948 se lo cedió al Ayuntamiento.

Azcona, además de abogado y licenciado en Filosofía, fue un visionario.
Destacó como escritor, bibliófilo, investigador,
miembro de la Institución Príncipe de Viana,
correspondiente de la Real Academia de la Historia
y fue tanto alcalde como diputado a Cortes.

En 1984 se creó la Mancomunidad de Mairaga.
Las primeras poblaciones en adherirse fueron Tafalla, Solchaga, Olóriz,
Barásoain, Garínoian, Mendívil, Olite, Pitillas, Beire,
Murillo el Cuende y Traibuenas.
Su primer presidente fue Ángel Ongay Adot.
Actualmente componen la mancomunidad, una entidad creada
para el abastecimiento, saneamiento y depuración del agua
así como para tratar y gestionar residuos, 35 poblaciones".


Diario de Noticias de Navarra                             
4-5-2014                            
Reportaje de A. Izko                             
                        



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