2014-11-01
¿Otoño?
Tal y como publiqué el pasado 20 de septiembre, "¿Verano?",
el amigo José Javier me preguntó acerca del verano que habíamos tenido,
y recordaréis, queridos lectores, que las apariencias engañan,
es decir, a pesar de que muchos piensen, e incluso defiendan ardorosamente
el tan manido "no ha hecho verano", debido a los frescos julio y agosto,
lo cierto es que, recordemos, junio ya fue cálido,
septiembre culminó como más cálido aún,
con una media hasta superior a la que tuvimos en julio y agosto,
y en octubre hemos disfrutado de otro par de grados por encima de la media,
es decir, el verano ha seguido languideciendo hasta noviembre,
que se dice pronto, un extenso verano de junio a octubre.
Este hecho no es extraño, puesto que, al menos en Pamplona,
septiembre y octubre se comportan, en ocasiones, como este año.
Además, en situaciones similares suele llover poco,
y en cambio este año, tras un julio muy húmedo,
agosto, septiembre y octubre cubren prácticamente la media,
quizá un pelín secos, pero no más de un 20%, es decir, normales.
Tenemos los pantanos, embalses, por encima de la media histórica.
Y a vuelto el sol, así que tras tantos meses de nubes en el cielo,
septiembre y octubre han sido bien claros, luminosos.
De hecho, a finales de octubre, al mediodía,
con temperaturas intentando sobrepasar los 25º,
quien más quien menos cambiaba la acera buscando la sombra...
¡A finales de octubre buscando la sombra en Pamplona!
De modo que, José Javier, el tiempo mantiene los patrones
de estos últimos años, tal y como te mencioné la otra vez,
entiéndase templado, por encima de la media,
pero sin sequía, con precipitaciones mayores de lo habitual.
Pocos inicios de otoño habré conocido en Pamplona con parques
y montes tan verdes como los de esta ocasión. Da gusto.
Y esta cierta alegría, tímida y contenida, pero alegre, es general.
Hay flores de tiestos, en las repisas de las ventanas,
que empiezan a florecer entre abril y mayo,
para ir marchitándose en septiembre y desfallecer en octubre.
Pues bien, es 1 de noviembre y aún florecen...
Otro punto, importantísimo a mi juicio,
a favor de este octubre tan cálido y soleado:
la gente no ha encendido la calefacción a tope,
y si tenemos en cuenta la economía y salud de muchos ancianos,
y, para qué engañarnos, de muchos no tan ancianos,
han salvado un mes, tanto para pasear como para no tener que gastar,
así que están, y por ende todos estamos, de enhorabuena.
Vaya, como si nos hubiera tocado una pequeña lotería.
Por no hablar de la histórica e inaudita cosecha de cereales
o de la vendimia, las setas, los hongos...
Y sin olvidar las terrazas hosteleras. Ja, ja, ahora no se quejan...
Claro que, como somos tan cuadriculados,
en julio o agosto la gente iba a piscinas y playas en balde,
y en septiembre u octubre, pese a hacer calor,
la gente no va porque "ya no toca". Sin comentarios.
Me preguntas, José Javier, si hay problemas en el horizonte.
Hombre, en principio, no.
La cuestión es que antes se decía, cara a este 1 de noviembre,
"Todos los Santos, montes verdes, campos blancos",
o, incluso, como señalaba la añorada tía Rosario,
"Por Todos los Santos, nieve en los campos".
Pues bien, en el presente año el refrán parece extraterreste.
La nieve está lejos de Pamplona, sí, a cuatrocientos metros de altitud,
pero también del pico de Orhi, que ya llega a dos mil metros.
El único problema sería que las lluvias cedieran,
porque la presente subida sostenida de temperaturas, con sequía,
a largo plazo podría encender cierta alerta en las reservas y paisajes.
Ahora bien, ojo José Javier,
a ver si cambian los vientos, riñen,
rompen la tendencia de los últimos inviernos
y se echa a llover, nevar, helar,
mucho ojo, que aún tenemos mayo bien lejos...
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