En este día "fizo fiesta la Infanta por honra de Todos los Santos".
Están presentes la vizcondesa de Muruzábal, mosén Martín de Aibar, doña Leonor de Borbón, el protonotario, Ursúa el juglar, algunos palatinos y un "grant galgo", al que se da categoría de comensal. Se juntan en total 110 personas.
El clavero del recibidor de Olite, Boneta, ha entregado a los servidores de la Panetería de palacio 22 robos de trigo, con los que se han hecho 462 panes. De ellos se destinan 4 para la vizcondesa y 18 para su cámara, 2 para el juglar (su ración diaria), 15 para el galgo y 30 para la cocina y Salsería. Se emplean dos cuartales de harina en hacer "frictura" (como para 22 panes), y 78 panes más son entregados a diversas personas.
Con destino a la Botellería, fueron comprados 14 carapitos de vino blanco a Sancho de Larraina, vecino de Elcano, que Peruxo se encargó de llevar a Olite. Otros 26 han sido comprados a García de Zalba; se consumen un total de 32 carapitos, quedando 10 para el día siguiente.
Los cocineros compraron loinas, truchas, barbos y anguilas a Pero Sánchiz, de Villafranca, y a Ferrán, el pescador de San Adrían, que trajo nueve docenas de anguilas. Se adquirió una carga de resalsa y dos cargas de carbón para el hogar. Gallart de Pamplona surte a la cocina de pescado de mar: 38 congrios secos y 6 sardinas. Peruxo compró dos docenas de cucharas de madera para los comensales.
Las arbejas tienen bastante aceptación, más que la verdura; se compran 6 robos, que fueron traídos en tres bestias, junto al pescado. Más cosas todavía: Dos docenas de ris o arroz, un pan de azúcar, jengibre, canela pebre, clavo, cominos, mostarda o mostaza y 4 docenas de aceite. Juan de Labranza trajo al Hostal 200 huevos y 5 gallinas. Hay que agregar a esto 6 pares de perdices.
Con destino a la Frutería se compraron 10 masos de uvas, zanahorias, peras, castañas, níspolas o nísperos y 10 docenas de manzanas. A cargo de esta misma sección del Hostal, corre la provisión de candelas y torchas de cera y sebo, 9 libras en total. Aparte, 3 libras de candelas para la vizcondesa, una torcha grande para la capilla y dos cirios de a libra cada uno. También se han adquirido 8 docenas de filo de babil para hacer antorchas, pagado a buen precio.
Todo se apunta con meticulosidad en 108 registros de cuentas, hasta "la paja de restajo para poner en la sala"; lo que se paga a Juan de Zulamea, carpintero, por adobar las tablas para la fiesta del día, y los trabajos de colocar una barra en la mesa o "tabla do la infanta comía", con buenos clavos, trabajo que realizó Pascualet de Matut.
Petrico el clavero, entrega, además de paja menuda, un robo de avena a los encargados de los establos para la mula de la infanta y los rocines del pollero, del aguador, y de la Botellería, a cuartal por bestia. Esto, aparte, claro está, de la ración correspondiente para las 35 que trajeron los huéspedes.
La infanta recibe 40 sueldos del tesoro, en concepto de gajes o paga diaria (equivalente al valor de 20 gallinas, 4 carapitos de vino, 8 anguilas o 12 robos de arbejas). El obispo de Bayona cobra 14 sueldos, el deán de Tudela, 22, y parecida cantidad la media docena de caballeros que acompañan a la infanta. Después vienen sus dueñas o doncellas: Anglesa, Joanina, Blanca, Isabel, Margarita, María, Catalina, Miramonda, Maritón y tres más, de nombre Joaneta, con 4 sueldos cada una, o sea la décima parte de su señora. Luego, otros caballeros, algún fraile, fray Diago, y el físico don Juzaf, éste con igual paga que la infanta, por cuya salud vela. Por fin, los servidores: Beltranet, Peiretón, Pascoalet Joanco, Martico, la lavandera, el acemilero... Son 22 libras las que se reparten por este concepto (el importe de buey y medio o de 5 cerdos de buen tamaño).
El gasto del día ha subido a 134 libras y algún pico".
Florencio Idoate
Rincones de la Historia de Navarra
Iruñea 1954
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