Ismael Busto, dueño de la finca en que han aparecido los restos. Fotografía de R. Usua. |
"Los restos humanos aparecidos recientemente en Arellano
en la finca particular del vecino Ismael Busto
pertenecen a la Edad de Bronce (segundo milenio antes de Cristo),
según ha afirmado la Sección de Arqueología del Gobierno de Navarra.
Estos expertos descartan que se trate de una víctima
de la Guerra Civil o de las contiendas carlistas.
Como ya informó en exclusiva Diario de Noticias,
los restos aparecieron en un pequeño habitáculo a modo de tumba.
Según explican desde la Sección de Arqueología,+
"los huesos aparecidos llevaban allí aproximadamente 3.000 años
y pertenecieron a un ser humano que aún no había descubierto el hierro
como material para fabricar armas y herramientas,
pero fundía ya esa aleación del cobre y el estaño llamada bronce".
Estos técnicos han denominado San Pelayo IV
al yacimiento arqueológico, atribuido a la citada época.
El Gobierno foral ha llevado a cabo por la vía de urgencia
una excavación arqueológica por intermediación
de la empresa Gabinete Trama SL.
Tal y como relataron ayer desde la Sección de Arqueología,
"el pequeño agujero ha resultado ser
lo que los arqueólogos denominan una cista,
palabra procedente del griego que significa cofre o caja.
Define una estructura funeraria,
una especie de dolmen a pequeña escala,
formado por cuatro piezas planas o lajas
colocadas verticalmente formando un rectángulo.
Sobre ellas suele haber otra pieza horizontal a modo de tapa".
Los expertos añaden que "los hombres y mujeres del bronce
depositaban allí a sus difuntos, generalmente en posición fetal".
Los técnicos añaden que "la cista, típica de la primera fase
de la cultura de El Argar, del final del Bronce Antiguo,
aparece en covachas o excavada en el suelo de las viviendas,
y presentan una gran diversidad,
lo que ha permitido establecer la existencia
de clases sociales diferenciadas ya en esta época".
Sobre la hallada en Arellano, indican que
"consta de una pequeña cámara funeraria
de planta rectangular, de 0,90 x 0,60 m
que se cubría con una lastra de piedra de 1,10 x 1,75 m.
Toda la estructura, excepto la rotura de la tapa
que fue perforada por los aperos agrícolas,
se encontraba intacta,
como la dejó el hombre prehistórico hace más de 3.000 años.
La cámara no albergaba en su interior tesoros
ni objetos de singular valor histórico,
sino fragmentos de cerámica muy deteriorados".
A la espera del estudio antropológico,
la Sección de Arqueología ha determinado que
"los restos corresponden a un único individuo de edad adulta-senil
y que fueron depositados en la cámara subterránea
tras haber sido previamente inhumados en otro lugar".
Los técnicos destacan que
"las construcciones de esta tipología no son fáciles de detectar,
pero en los últimos años se han excavado tumbas
en Larraga y las Bardenas Reales".
"los huesos aparecidos llevaban allí aproximadamente 3.000 años
y pertenecieron a un ser humano que aún no había descubierto el hierro
como material para fabricar armas y herramientas,
pero fundía ya esa aleación del cobre y el estaño llamada bronce".
al yacimiento arqueológico, atribuido a la citada época.
El Gobierno foral ha llevado a cabo por la vía de urgencia
una excavación arqueológica por intermediación
de la empresa Gabinete Trama SL.
Tal y como relataron ayer desde la Sección de Arqueología,
"el pequeño agujero ha resultado ser
lo que los arqueólogos denominan una cista,
palabra procedente del griego que significa cofre o caja.
Define una estructura funeraria,
una especie de dolmen a pequeña escala,
formado por cuatro piezas planas o lajas
colocadas verticalmente formando un rectángulo.
Sobre ellas suele haber otra pieza horizontal a modo de tapa".
Los expertos añaden que "los hombres y mujeres del bronce
depositaban allí a sus difuntos, generalmente en posición fetal".
Los técnicos añaden que "la cista, típica de la primera fase
de la cultura de El Argar, del final del Bronce Antiguo,
aparece en covachas o excavada en el suelo de las viviendas,
y presentan una gran diversidad,
lo que ha permitido establecer la existencia
de clases sociales diferenciadas ya en esta época".
Sobre la hallada en Arellano, indican que
"consta de una pequeña cámara funeraria
de planta rectangular, de 0,90 x 0,60 m
que se cubría con una lastra de piedra de 1,10 x 1,75 m.
Toda la estructura, excepto la rotura de la tapa
que fue perforada por los aperos agrícolas,
se encontraba intacta,
como la dejó el hombre prehistórico hace más de 3.000 años.
La cámara no albergaba en su interior tesoros
ni objetos de singular valor histórico,
sino fragmentos de cerámica muy deteriorados".
A la espera del estudio antropológico,
la Sección de Arqueología ha determinado que
"los restos corresponden a un único individuo de edad adulta-senil
y que fueron depositados en la cámara subterránea
tras haber sido previamente inhumados en otro lugar".
Los técnicos destacan que
"las construcciones de esta tipología no son fáciles de detectar,
pero en los últimos años se han excavado tumbas
en Larraga y las Bardenas Reales".
Diario de Noticias de Navarra
1-5-2014
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