EL CASTRO DE GASTELUZAR
Hace bastante tiempo que quería escribir un artículo sobre este yacimiento arqueológico del municipio de Arróniz; de hecho, tenía un borrador pendiente de completar desde hace más de un año. Ahora que he conseguido unas magníficas fotos del artista Jabier Goyoaga Sarabia, no me queda ya ninguna excusa para concluirlo.
Voy a comenzar por el nombre del lugar, situado a muy poca distancia al este del núcleo urbano de Arróniz. Existen referencias toponímicas desde comienzos del siglo XVII, donde aparece denominado como Casteluçar (1602, 1604). Posteriormente, se impuso el nombre de Gastiluzar (1702, 1713, 1722, 1796, 1895), si bien hay una referencia con Casteluzar en 1712 y también en 1895, en cuyo año se emplean también los nombres de Castelluza y Castilusar. Finalmente, a partir de 1981, se impone el topónimo Gasteluzar (del vasco gaztelu, “castillo” y zahara, “viejo”, es decir “Castillo Viejo”), si bien, a veces, aparece algo castellanizado como Castiluzar. El lugar también aparece identificado con el topónimo Muru (del vasco murua, “muralla”).
El yacimiento arqueológico como tal fue descubierto el año 1984 por el grupo de arqueología que existía en el antiguo Instituto Oncineda de Estella, como muchos de los yacimientos catalogados en Tierra Estella. Los alumnos recogieron diverso material que fue publicado dos años más tarde por Amparo Castiella, profesora de la Universidad de Navarra. Según los restos recogidos, parece que la ocupación del lugar se remonta al menos a la fase antigua de la Edad del Hierro, y debió continuar así hasta la etapa republicana romana.
Seguramente se despobló antes de la época de Augusto, coincidiendo con el auge de lasvillae romanas, como Las Musas (Arellano), Provedao (Dicastillo) o Santa María (Arróniz). Posteriormente, debió repoblarse en la época tardoantigua y medieval; está documentada la existencia de un torre en Gasteluzar entre los siglos X y XVI, torre que aparece representada en el sello medieval del municipio de Arróniz.
Según una leyenda popular, allí hubo un castillo de los moros que, cuando tuvieron que salir huyendo, dejaron enterrada una cabra de oro. Si hubo tal castillo o únicamente la torre medieval mencionada, nada queda de ello en la actualidad, pues parece que se desmontó en el siglo XIX para reutilizar las piedras en diversas construcciones del pueblo cercano de Arróniz.
Por último, mencionar el magnífico trabajo del arqueólogo Javier Armendáriz Martija de catalogación de yacimientos arqueológicos de la Edad del Hierro en Navarra realizado en 2005; entonces tenía descritos 261 yacimientos, aunque han ido apareciendo algunos más, lo cual nos indica lo apasionante que debió de ser aquella época, como apasionante es el trabajo que nos queda por hacer en la excavación de la mayoría de estos yacimientos. Quiero finalizar este artículo con una cita literal de este experto sobre el Castro de Gasteluzar:
“Aunque su núcleo principal de planta triangular pudo haber estado dividido en varios recintos yuxtapuestos a la zona más elevada o acrópolis, todo parece indicar que extramuros a él, tras el foso principal que lo delimita por el noroeste, existió un antecastro o un gran recinto de actividades para el desarrollo económico de la comunidad que lo habitó, como así pudiera asegurarlo la presencia en esa zona de muros y taludes de tierra artificiales”.
https://arronizvilladelaceite.wordpress.com/2013/09/16/el-castro-de-gasteluzar/
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