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"El
año 1787 se produjo en la Ciudad de Sangüesa (Navarra)
una tremenda
riada que en menos de tres horas causó 557 ahogados registrados
a pesar
de estar rodeada de fuertes murallas.
El
metereólogo de aquella fecha Francisco Bariain de Eslava,
nos va
detallando mes a mes cómo se desarrolló el tiempo de aquel año.
Resumiendo, el invierno y la primavera muy fríos y con mucha lluvia.
El
mes de mayo nevó tres veces, insólito.
La siega comenzó hacia el 25 de
julio cuando su fecha era un mes antes.
En agosto no podían trillar pues
alternaba la lluvia con días de calor tórrido,
tanto es así que dice “en el campo se topaban los pájaros asados”.
En septiembre sigue
lloviendo intensamente.
Pero lo que en el llano era lluvia, en los
Pirineos era nieve, acumulándose en cantidades ingentes.
En
la tercera decena de Septiembre, el tiempo cambió por unos días,
vino el
calor y vinieron tres grandes tormentas de la parte de Aragón que son
las peores,
descargaron su lluvia sobre el Pirineo y se produjo un
derretimiento repentino de la nieve,
que arrastró monte abajo tanto los
troncos ya preparados como la madera que allí había
y hasta los
árboles enteros. Tal fue la violencia de las aguas que en el pueblo de
Urzainqui,
en el valle del Roncal, el río se llevó catorce casas y hubo
cuatro ahogados de una misma familia,
cuyos cadáveres aparecieron en
los pueblos río abajo.
Por
la correspondencia seguida con el Palacio Real de Madrid,
más tarde
supimos que en la parte francesa de los Pirineos,
el rio Gave se
desbordó ocasionando tambien mucho estrago.
Fue impresionante. Alguien entre lloros y sollozos escribió aquellos versos
Sangüesa, ya no es Sangüesa
Ya no es Ciudad, ya no es nada
La noche de la Merced
Se la llevó la Riada.
Y
así fue. De más de 500 casas que contaba, sólo quedaron en pié 39.
Las
iglesias, los conventos, palacios y las casas adosadas a la muralla.
En
apenas tres horas y media todo se vino abajo.
557 ahogados y los demás
vecinos todos heridos.
¿Qué paso? Fue un año muy atípico.
En agosto y
septiembre llovió mucho y claro el agua del llano en lo alto del Pirineo
era nieve
y en cantidades inmensas. Una tormenta recorrió el Pirineo de este a oeste y fundió la
nieve
y el agua arrastró toda la madera que los montañeses habían
cortado en el verano.
Así que se produjo una avalancha impresionante de
agua y maderos
que al llegar al puente de Sangüesa, éste hizo de presa
y
el agua subió 38 pies navarros (más de 10 mts.) sobre su nivel.
Embistió
el río a la muralla, rompió los portales que eran de madera,
la que no
pudo entrar por el Portal de San Babil, se fue por el foso de la
muralla,
rompió los demás portales que eran seis y penetró en tromba en
la Ciudad.
Eran las 11,30 o sea la 1,30 de la noche actual y cogió a
todos los vecinos en la cama.
Como instantáneamente el agua subió por
encima de los primeros pisos, nadie pudo escapar,
ni personas ni
animales que estaban en las cuadras.
Al mojarse las paredes que eran
todas de adobe, estas se deshicieron
y las casas se hundieron a peso,
sepultando a la gente
con las tejas, los maderos, balcones y ladrillos.
Todos los vecinos quedaron cubiertos de lodo y magullados, no quedó
nadie sano. Fue dantesco.
Como las casas se unían una con otra por los
medianiles que eran comunes,
cuando una caía arrastra a la otra, solo
aguantaron algunas frontales
que eran mas recias e independientes unas
de otras.
Añadimos que las calles paralelas al río sufrieron menos daño,
porque el
agua discurría por la calle o por dentro de la manzana,
pero las
perpendiculares el destrozo fue tremendo, sobretodo la Rua (Mayor),
la de
San Miguel, el Barrio Nuevo, Amadores y Santiago.
Aquí la Iglesia
debió de hacer de contrafuerte y reventó toda la calle.
La parte
superior de la Rua hasta el portal de Jaca hubo 74 ahogados
que puestos
de pié sobre la acera, no tumbados, casi no cogen.
Lo mismo sucede al
comenzar la calle por el Portal de Santa María y la Bastería.
Al final
con los números que obran en nuestro poder
(que no están completos pues
falta un cuadernillo del Censo de Floridablanca)
hemos registrado 2914
habitantes sin contar los frailes y 557 ahogados o sea el 19 %.
De los
frailes, y había 4 conventos, no se ahogó ninguno,
pues se subieron a la
torre de su iglesia y se salvaron.
Menos mal que luego repartieron la
comida que tenían y sobre todo la ropa sobrante
entre los desnudos y así
sucedió que muchos vecinos iban vestidos de fraile
hasta que llegó ropa
de los pueblos vecinos".
Hauxe Pedro Belascoain egile mundialak buruturiko ikerketa
zehatz bezain bikainaren laburpen xumea, bertzerik ez da.
Ikus http://cuatrocifras.blogspot.com.es/search/label/Inundación Sangüesa 1787
Este es un pequeño resumen de la exhaustiva y sobresaliente investigación
realizada al respecto por el brillante autor Pedro Belascoain.
Véase http://cuatrocifras.blogspot.com.es/search/label/Inundación Sangüesa 1787